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domingo, 7 de septiembre de 2014

Dos mundos; un sistema

Autor: Sheiner Adames T.                                                         Profesor: Geovanny Vicente Romero


El sistema penitenciario Dominicano está dividido en dos mundos, el nuevo modelo penitenciario y el viejo modelo penitenciario. Esto lo hemos podido constatar en nuestra visita a los Centros de Corrección y Rehabilitación (CCR) Najayo mujeres/hombres.
Al recorrer las instalaciones de ambos CCR la impresión que nos llevamos está expresada en el título de este artículo. Estos centros se encuentran uno al lado del otro, a escasos metros, pertenecen al mismo Sistema Penitenciario Dominicano, sin embargo la diferencia más abismal que existe entre ambos es que uno (mujeres) funciona bajo los regímenes del nuevo modelo de gestión penitenciaria y el otro (hombres) bajo el viejo modelo.
En el nuevo modelo se observa el orden, la organización, las garantías, las oportunidades y facilidades, mientras que en el viejo modelo vemos la desorganización, la improvisación, el desorden, el hacinamiento, lo inhumano, entre otras cosas que por economía procesal nos reservamos.
En Najayo mujeres, podemos observar una organización digna de un verdadero sistema penitenciario, aquí se respetan todas las normas y procedimientos contenidos en las reglas mínimas para el tratamiento de los reclusos, resolución emanada de la ONU y que se encuentra a la entrada del centro. De esta manera, pudimos verificar que la ley de régimen penitenciario Dominicana es la norma legal que rige estos centros y su organización, por lo que en el recorrido por este centro nos dimos cuenta que esta se respeta a cabalidad. Como resultado del imperio de la ley en este centro obtenemos la dignificación en el tratamiento de las internas, así como su calidad de vida es muy diferente a lo que se vive en un centro bajo el viejo modelo.
El hacinamiento ha sido uno de los más grandes problemas que ha solucionado este nuevo modelo de gestión penitenciaria. En el CCR Najayo Mujeres esto no existe, incluso al centro le quedan unos cuantos alojamientos vacíos para albergar varias internas más. Por lo que podemos afirmar categóricamente que las autoridades penitenciarias dominicanas han tenido bien merecidos los reconocimientos ganados a nivel nacional e internacional por los avances en este sentido.
El personal penitenciario (Agentes VTP) que nos acompañó durante nuestra visita en el centro de mujeres fueron muy amables, además de que mostraron capacidad y aptitud para realizar su trabajo, y también nos expresaron que se sienten muy a gusto y conformes con su labor.
Es importante resaltar que las internas pueden tener a sus criaturas recién nacidas dentro del centro hasta cierta edad, esto es similar a las unidades de madres que existen en Alicante, España con relación al recinto penitenciario que permite esta facilidad, esto es modernidad, desarrollo, todo sistema penitenciario moderno debe aspirar a que el interno o la interna tenga una vida lo más parecida posible a la vida en libertad sin detrimento de las regulaciones especiales que rigen a los privados de libertad.
Cuentan también con salón de belleza, cafetería, salón de actividades, aula de informática, salón de clases, entre otras facilidades que hacen posible la regeneración de estas internas, las cuales en palabras de las autoridades del centro, se comportan calificación excelente y lo pudimos confirmar visualizando las hojas de evaluación del comportamiento pegadas en las paredes.
Pasamos de una experiencia gratificante a otra no tanto. Hablamos del paso al viejo modelo desde Najayo mujeres a la de hombres.
Hay que especificar que el centro de hombres se encuentra en una etapa de transición, hace aproximadamente un año que las autoridades penitenciarias hacen esfuerzos sobre humanos para incorporar este centro al nuevo modelo de gestión penitenciaria, pero lamentablemente sólo se encuentra al 20%.  
La transición se observa desde la parte frontal cuando vemos que el letrero está a medio pintar y reza: “Centro de corrección y rehabili”, por lo que hasta en la rotulación del nombre del centro no se ha completado aun la transición y se ha “dejado así” prácticamente en buen dominicano este letrero.
El mayor aspecto que podemos resaltar de esta parte del complejo penitenciario de Najayo, San Cristóbal destinado a los hombres, es que los agentes de Vigilancia y Tratamiento Penitenciario (VTP) están muy bien preparados y hacen una labor encomiable para lo difícil que es trabajar en un centro con estas condiciones.
Los agentes VTP Adolfo de Jesús Serrata director del CCR Najayo hombres y Desiderio Álvarez Arias Sub-director de tratamiento penitenciario, nos atendieron con toda la amabilidad del mundo y estuvieron presentes durante todo nuestro recorrido por el centro.
Como dijimos anteriormente, y se expresa en el título del presente escrito, dentro de este centro se observa el apartheid del viejo al nuevo modelo de gestión penitenciaria. Drogas, armas, dinero, hacinamiento, entre otros problemas graves se siguen observando allí.
Nosotros entendemos que no se puede hacer una crítica solamente por hacerla. Es necesario ofrecer propuestas de soluciones a estos problemas que afectan nuestro sistema penitenciario, y que estamos señalando con responsabilidad porque hemos constatado in situ la existencia de los mismos.
A través de preguntas al personal que labora en este recinto y a los internos que allí purgan una pena nos dimos cuenta que para atender a las necesidades de los mismos y erradicar ese pasado nefasto del viejo modelo, se hace imperante una mayor inversión, un mayor presupuesto que dé al traste con la eliminación de todo esto, y se construya la solución definitiva a estos problemas.
Finalmente podemos esbozar muchas razones por las cuales en pleno siglo XXI todavía tenemos centros penitenciarios en estas condiciones, sin embargo la incorporación al nuevo modelo de gestión penitenciaria de todos los centros del país depende de una sola cosa, VOLUNTAD POLITICA, y es lo que esperamos, porque si no seguiremos teniendo ¨Dos mundos; un sistema¨.



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