Autor: Andrea B. Nina G. Profesor: Geovanny Vicente Romero
El pasado día
veintitrés del presente mes nos embarcamos en un viaje académico, de la
Facultad de Derecho de la Universidad Central del Este, con destino a los
Centros de Corrección y Rehabilitación Najayo Hombres y Najayo Mujeres en razón
de la materia de Derecho Penitenciario, la cual corresponde al cuatrimestre número
doce del pensum de la carrera de Derecho en la citada Universidad.
Recuerdo cuando
salimos a las seis de la mañana de la Universidad en una guagua en la que
definitivamente no cabíamos todos, pensando que andábamos como "sardinas
en lata", pero más tarde me daría cuenta que, comparado con lo que aún se
vive en Najayo Hombres, nos encontrábamos en una limosina.
Nuestra primera
visita fue al Centro de Najayo Mujeres donde nos recibieron Martha Arias y Ruth
Noemí, ambas autoridades del Centro Correccional y Agentes de Vigilancia y
Tratamiento Penitenciario, también llamados por sus siglas VTPs. Al iniciar el
recorrido nos expusieron la misión y visión de la Dirección General de
Prisiones, así como también los principios básicos para el tratamiento de los
reclusos contenidos en la Resolución 45/111 dictada por la Asamblea General de
la Organización de Naciones Unidas el 14 de diciembre del 1990. Luego de esto,
procedimos a caminar por el pasillo principal observando las instalaciones de
dicho centro, inmediatamente pudimos observar un ambiente limpio, ordenado y
sobrio.
En Najayo Hombres
nos recibieron los agentes VTPs Desiderio Veliar Galvas y Adolfo Serreta en una
de las viejas habitaciones pertenecientes a uno de los banqueros condenados por
el caso Baninter, quien sabe si la de Ramón Báez Figueroa, Marcos Báez Cocco o
la de Luis Álvarez Renta, lo que si se es que beneficios como este han ido
desapareciendo con la transformación al Nuevo Modelo Penitenciario.
Debido a que es un
proceso de transición y adecuación, la mayoría de sus frutos no son vistos de
manera inmediata, por tanto al empezar la caminata dentro de las instalaciones
pude notar una enorme diferencia entre ambos recintos, donde para explicarla
puedo utilizar los antónimos de las palabras que utilice para describir el
centro de mujeres, se vio algo sucio, desordenado y desmedido. De inmediato
pude percibir como un interno manejaba una considerable cantidad de dinero
dando la impresión de que era producto de actividades ilícitas, como también
algunos otros en posesión de celulares, a diferencia del centro de mujeres
donde se está prohibido el uso de dinero y a cambio se utilizan cupones que
provienen de dinero que se han ganado o dinero que sus familiares les han
depositado, estos depósitos son máximo cinco mil pesos para las dominicanas y
diez mil pesos a las extranjeras, al preguntar a una de nuestras guías sobre
esta diferencia nos explicó que es debido a que los parientes de las
extranjeras no tienen la posibilidad de ir todas las semanas a visitarlas, en
cambio, se entiende que los de las dominicanas si pueden.
A pesar de que
nuestra llegada a Najayo Hombres fue a eso de la once y veinticinco minutos, los
internos ya se encontraban almorzando, y por lo que pude observar, debido a la
cantidad de internos comiendo en el largo pasillo, el menú de ese día era
arroz, habichuela y espagueti en salsa roja que eran servidos desde unos
calderos de tamaño industrial. No puedo negar que el olor tan fuerte a la
comida de ese día se me quedo impregnado hasta la salida del centro, cuando no
pude ni percibir el olor a humedad, que notaron la mayoría de mis compañeros,
al entrar a una de los tantos alojamientos que aún estaban bajo el Viejo Modelo
Penitenciario, donde mal contados se encontraban más de 15 internos en las
denominadas goletas compartiendo un mismo baño, denotando el grave problema de
hacinamiento. A diferencia de esto, en el centro de mujeres y la parte adaptado
al Nuevo Modelo de los hombres, los alojamientos no sobrepasan la cantidad de
cuatro personas.
En ambos centros,
todos los internos tienen acceso, como dijo una de nuestras guías, a las tres
calientes, pero en caso de que no quieran comer eso, tienen la posibilidad de
comprar otros alimentos. En el de mujeres existe una cafetería en donde
acceden, mediante los cupones, a diferentes alimentos, mientras que en el de
los hombres existen negocios locales manejados por ellos mismos donde se
ofrecen diversos platos como hamburguesas, perros calientes y chimis por menos
de cien pesos, la aspiración de la implementación del Nuevo Modelo es llegar
a
eliminar este tipo de actividades por los internos.
eliminar este tipo de actividades por los internos.
Estadísticas
CCR- Najayo
Mujeres fue construida en los años 1994 a 2005, siendo la segunda a
integrarse al Nuevo Modelo Penitenciario, su capacidad es para 309 internas y
en la actualidad se encuentran 287, siendo de esas sólo 71 condenadas y 216
preventivas. También de estas, 25 son extranjeras. De igual manera se pueden
dividir por tipo penal, siendo 81 por la ley 50-88 sobre Drogas y Sustancias
Controladas, 92 por homicidio, 31 por robo, 33 por violencia intrafamiliar, 2
por violación sexual y 48 por otros delitos.
Este centro tiene
una tasa de 7% de reincidentes y 20% de reingresos, la diferencia entre estos
reside en que en la primera debe de haber sido objeto de una sentencia que haya adquirido la
autoridad de la cosa irrevocablemente juzgada y que ese interno cumpla esa
condena, y luego cometa otro delito y sea objeto de otra sentencia, mientras
que el reingreso una persona puede entrar en conflicto con la ley y no ser
condenada y que puede ser objeto de una medida de coerción de prisión
preventiva , sin implicar que será sentenciada a una pena privativa de
libertad.
En cuanto a la
CCR- Najayo Hombres, fue construido en el año 1994 para albergar 894 internos,
en la actualidad se encuentran 1812. Esta cantidad de personas, que duplica el
número hábil, despierta impotencia y tristeza, pero debemos recordar que este
recinto sólo lleva menos de un año en proceso de transformación y que al
empezar en el mismo habían alrededor de 3000 internos. De los que se encuentran
en la actualidad, hay 107 extranjeros, 821 preventivos y 710 por homicidios.
Con una tasa de 15% de reincidencia.
Las cifras que más
llamaron mi atención fue la de los internos preventivos, siendo 216 de 287 en
Najayo Mujeres y 821 de 1812 en Najayo hombres. Me llama la atención debido a
que siendo el hacinamiento uno de los grandes problemas y enemigos del Sistema
Penitenciario los jueces siguen ordenando la medida preventiva sin control
alguno, haciendo uso de la antigua íntima convicción del juez. Pero la gran
cantidad de internos preventivos no es sólo culpa de ellos, también es de la
poca eficiencia de otros medios para asegurar la presencia del imputado en el
juicio, como son la del arresto domiciliario y el uso de dispositivos
electrónicos en el pie debido a las precariedad y falta de voluntad dentro del
mismo sistema.
Es necesario un
compromiso en conjunto y la continuidad del diálogo abierto entre todas las
autoridades involucradas en el Sistema Judicial y Penitenciario Dominicano
donde se hablen de las ideas y se pongan en práctica aquellas que sean
favorables para el sistema, porque cierto es si el camino es difícil es porque
se está en el cambio correcto.
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