Autor: Franklin Franco P. Profesor: Geovanny Vicente Romero
“Se tiene la costumbre de creer que la prisión
era una especie de depósito de criminales, depósito cuyos inconvenientes se
habrían manifestado con el uso, de tal forma que se diría era necesario
reformar las prisiones, hacer de ellas un instrumento de transformación de los
individuos”.
~Michel Foucault
Najayo. Palabra icono nacional que
simboliza lo que de seguro será el espacio de peor condición para aquellos que
adquieren su boleto de entrada en primera persona luego de transgredir las
normas de orden público locales a las que incurren directa, indirecta,
premeditada o inintencionadamente. ¿Quedará desarraigada esta percepción?
Pero, en la actualidad, ¿Qué es Najayo? En el sentido
penitenciario, actualmente para dar referencias de Najayo es preciso especificar a qué se hace referencia: Najayo
Hombres, Najayo Mujeres, Viejo Modelo, Nuevo Modelo, puesto que emplear
estos términos de manera conjunta solo puede ser válido para resaltar el
contraste existente entre sí.
Najayo Mujeres, el segundo centro bajo
las directrices del nuevo modelo penitenciario dominicano basado en la
filosofía de respeto a la condición humana de las personas privadas de
libertad, donde el silencio acogedor que principia sus instalaciones, da
evidencia de lo que dentro sucede. Ahí se suprime de inmediato la vieja
filosofía de la cual hace referencia el historiador citado en el encabezado del
presente escrito, de creer que la prisión es un depósito de criminales. Lo que
encontramos ahí es un verdadero sistema rehabilitador de vida, que no deja
espacio de ocio entre horas y horas de las a veces largas esperas para culminar
el periodo de la pena adquirida y que por el contrario organiza el itinerario
cotidiano de quienes se encuentran ahí cumpliendo la pena legal establecida, esto
es válido decirlo cuando hasta para el uso del sistema de salud es clasificado.
Najayo Hombres, las estadísticas reflejan
la realidad, la transición, el hacinamiento y la corrupción. Najayo (Najayo Hombres)
cuna de grandes relatos populares que han despertado el temor histórico que
personifica su nombre, sigue siendo lo que se comenta. Centro que en la
actualidad se encuentra abordado por el tren del positivo Nuevo Modelo Penitenciario, no ha mermado significativamente la
historia de Najayo (Najayo Hombres),
sistema que a su llegada traza retos administrativos penitenciarios que asumen
responsablemente los agentes VTP día
tras días. La ausencia de asistencia penitenciaria clasificada que se vislumbra
conduce a estos VTP a suplir de
manera parcial la mayoría de los requerimientos que fuera de su competencia se
presentan. Lo que se alcanza a apreciar de forma tangencial es que se puede
mantener milagrosamente el orden muchas veces con la colaboración de los
internos que mayor influencia ejercen sobre sus iguales. Hay que ser expertos
de psicología improvisada para obtener la colaboración de estos individuos.
El no hacinamiento, el
control e individualización precisa de internas cuyo registro se lleva de
manera religiosa, captación del comportamiento el cual se recoge con una pizca de colorido es a mi
percepción humano, aceptables métodos de comunicación con el exterior, desde la
utilización de las líneas telefónicas, recibimiento de visitas, área infantil
para la comunicación con los hijos de estas internas y área de visitas
conyugales debidamente habilitadas, los métodos de administración financiera que
impide el uso del papel moneda evita las practicas negativas para la obtención
del mismo. La colaboración que reciben los coordinadores de este nuevo modelo
por parte de las internas es agradable. ¿Qué decir?, pese a que están privadas
de libertad se observa en el rostro de cada una el agradecimiento de ser
tratadas como personas a las que se les confía un nuevo comienzo, una esperanza
de reintegración y una verdadera valoración de la libertad futura de cada una
de ellas. En sus rostros apreciamos que sus historias no terminan allí, por el
contrario, allí acaban de empezar.
Quisiera externar que en lo
personal para no cansar al lector podría resumir la situación que se vive en Najayo Hombres con tres palabras: “Todo
lo contrario”, pero no podemos desanimarnos, pues la panorámica que
actualmente se recoge de lo que aún le pertenece al pasado en este recinto te
hace creer ver en los ojos de cada uno la paciente espera de la nueva gestión
que pronto ha de recogerlos de sus pesares adquiridos, en otros se vislumbra la
indiferencia en cuanto al tema y por otra parte la inquietud de aquellos que
son beneficiarios de la actual situación.
Al visitar dos centros
Penitenciarios como son Najayo Mujeres y Najayo Hombres, nos damos cuenta de
inmediato que pese a ser complejos separados solo por un muro de concreto de
algunos centímetros de grosor, las condiciones son sumamente diferentes. Mucho
le debemos agradecer a aquellos quienes creen en la recuperación de este centro,
que despiertan día a día y se encaminan voluntariamente a dar por gracia lo que
por gracia han recibido (VTP), con
el objetivo de devolverle desinteresadamente a la nación lo que la corrupción
de nuestras calles nos arrebató. Me refiero a los ciudadanos. Cuando esto
termine quedará bastante por hacer.
El reto habitual que
plantea esta transición me ha hecho la invitación luego de mi tímido paso por
las instalaciones, a buscar aportar mi grano de arena, y me ayuda a invitar a
que aquellos transeúntes que no conocen la situación nacional que combatimos a
que se sumen como consideren con el motivo de tratar de prevenir las practicas
que conducen a estos individuos a las ya vistas instalaciones de donde no es
seguro salir, pero, que a los que ya han entrado les brindemos aquello que esté
a nuestro alcance para hacer más llevadera la pesada pena y comunicarles que
los esperamos fuera con otro destino y con otra suerte.
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